Las raíces de Glashütte Original se remontan a 1845. Hace más de 175 años, los primeros relojeros llegaron a Glashütte, en Sajonia, para fabricar relojes y piezas relojeras en su ciudad natal y, con el tiempo, crear relojes de renombre en todo el mundo. Glashütte Original procede de esta tradición de artesanía precisa y elegante, y sigue escribiendo la historia ininterrumpida del arte de la relojería alemana hasta hoy.
A mediados del siglo XIX, en un pequeño valle de los montes Metálicos, a solo 30 kilómetros de Dresde, la capital del estado sajón, comenzó a desarrollarse una historia de éxito única. En 1845, los primeros relojeros empezaron a asentarse en Glashütte gracias al respaldo económico del gobierno.
Con la ayuda de un préstamo del Reino de Sajonia, comenzaron a formar a los habitantes de la ciudad, que más tarde se convirtieron en relojeros independientes. Esto sentó los pilares de la industria relojera sajona y los relojes de Glashütte pronto se convirtieron en sinónimo de calidad sobresaliente en todos los rincones del mundo. Para preservar estos conocimientos para el futuro, se fundó la Escuela de Relojería Alemana de Glashütte en el año 1878.
Las dos guerras mundiales dejaron su marca en Glashütte y pusieron a prueba la tenacidad y la constancia de sus habitantes. Gracias a su capacidad para adaptarse, su ingenio y su respeto por la tradición, lograron que su artesanía evolucionara aún más, a pesar de las difíciles circunstancias económicas y políticas.
Los cambios en el sistema económico condujeron a la fusión de todas las empresas relojeras de Glashütte en julio de 1951. Tras la reunificación alemana, Glashütter Uhrenbetrieb GmbH se inscribió en el registro mercantil el 16 de octubre de 1990. La empresa se convirtió en la sucesora legal oficial de la mayoría de las compañías relojeras que habían existido en Glashütte desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
En el 2000, Glashütte Original entró a formar parte de The Swatch Group. Este grupo relojero, el más grande del mundo, permitió que la marca empezara su proceso de internacionalización. Hoy en día, las obras maestras de la relojería de Glashütte Original se encuentran en más de 40 países de todo el mundo.
Actualmente, Glashütte Original es sinónimo de la cumbre del arte alemán de la relojería. En la manufactura convergen la tradición del trabajo manual y la tecnología más innovadora. La marca se enorgullece de contar con un gran legado y con una riqueza extraordinaria de conocimientos y experiencia relojeros; hasta el 95 % de todas las piezas de sus relojes se fabrican de forma interna, incluidas las esferas de filigrana. A lo largo de los años, Glashütte Original ha cultivado una cultura basada en la excelencia, cuyos resultados son evidentes en la elegancia atemporal y la sofisticada tecnología de los relojes de la empresa.
