Este refinado movimiento, presentado en una caja de platino de 42 mm de diámetro, combina por vez primera un Tourbillon volante con un mecanismo de parada del segundero, puesta a cero y fiador del minutero, lo que permite ajustar la hora con enorme precisión. Además, el Tourbillon volante está equipado con protección contra impactos a ambos lados, también por primera vez. Se han otorgado dos patentes para esta compleja construcción. Este modelo, limitado a 25 ejemplares, viene con una pulsera en piel de aligátor de Luisiana de color azul oscuro.

Aunque resulta fascinante admirar el giro de una jaula de tourbillon, el objetivo original de este mecanismo consistía en aumentar la precisión del reloj. Tanto en voladizo («volante») como anclado con un puente al modo clásico, este «remolino» gira, junto con todo el sistema de oscilación y escape, sobre su propio eje. En el pasado, esto permitía contrarrestar los efectos de la fuerza de gravedad en el rendimiento de la marcha de los relojes de bolsillo. En los relojes de muñeca modernos, el tourbillon sirve, ante todo, para demostrar el excepcional savoir-faire relojero del maestro, algo que los entendidos de todo el mundo son capaces de apreciar.

Bajo el azul de la esfera descentrada de esta obra maestra definitiva, aparecen fascinantes visiones de la combinación de los distintos niveles. El montaje en el movimiento de la esfera y el tourbillon volante a un nivel ligeramente más elevado crea una impresión tridimensional especialmente llamativa. Los intricados acabados y grabados a mano completan la decoración. En el borde superior de la esfera se oculta un detalle excepcionalmente refinado: a las 12, aparecen en el realce con efecto de espejo las palabras «Chronometer Tourbillon», el reflejo de la inscripción grabada a mano en el reverso del soporte de la esfera.

La elevada precisión de marcha de este exquisito reloj ha sido confirmada por un instituto de pruebas independiente. Cada reloj está certificado como cronómetro por el Servicio de Calibración Alemán en Glashütte. El reloj se somete a 15 días de pruebas en cinco posiciones distintas y a tres temperaturas diferentes. Además, gracias a su espiral de silicio, el reloj es menos vulnerable a los campos magnéticos y los cambios de temperatura. El calibre 58-05 de cuerda manual dispone de 70 horas de reserva de marcha con la cuerda completa.